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Camino de Ronda: De Lloret a Santa Cristina

Camino de Ronda: De Lloret a Santa Cristina

Para aquellos que ya saben qué es el Camino de Ronda, desde el Hotel Acapulco os proponemos escoger la vertiente sur del mismo, a través de las playas y calas que unen Lloret de Mar con el pueblo vecino de Blanes.

Esta parte del recorrido combina la excelencia de la belleza de la Costa Brava con parajes naturales extraordinarios y jardines botánicos. Recomendado en cualquier momento del año, para disfrutar de la calma, el sonido de las olas y las gaviotas.

Así pues, de nuevo iniciamos el camino desde el paseo marítimo de Lloret de Mar, pero esta vez en sentido sur, en dirección Cala Banys, una pequeña cala rocosa de fácil acceso. Para llegar a ella, ascendemos las escaleras del camino de ronda y pasamos al lado de la Dona Marinera, una escultura de bronce de 2.40m de alto del artista Ernest Maragall, esculpida el año 1966 y homenaje a las mujeres de los marineros que debían cuidar de la familia cuando sus maridos partían en busca de fortuna al otro lado del Atlántico.

A partir de aquí, el camino de ronda se pierde, fruto de la explotación urbanística de los últimos años. Seguid las escaleras a la derecha del único bar de Cala Banys y continuad el sendero hacia arriba, hasta pasar al lado del Castillo de Sant Joan de Lloret.

cala banys

Este castillo es una de las pocas reminiscencias medievales de Lloret de Mar; de orígenes poco conocidos, se sabe que durante el siglo X ya formaba parte de las posesiones de los Condes de Cabrera. El año 1805 fue bombardeado y destruido por la armada británica, y los restos que pueden visitarse son fruto de la remodelación que tuvo lugar entre 1990 y 1992.

Sin abandonar el camino, y ya dentro del barrio de Fenals, llegáis a las escaleras que descienden en dirección a la playa de Fenals. Esta es la segunda playa en longitud de Lloret, con 700 metros de punta a punta. Desvirtuada por la cantidad de inmuebles construidos, contiene algunos de los rincones más bellos si seguimos el paseo marítimo, adentrándonos en la parte más natural y agreste de la playa, en dirección sur, hasta llegar a la punta de la playa, desde donde podemos seguir un caminito que asciende en dirección al mirador de Fenals, a la izquierda, o al acceso de Santa Clotilde, a la derecha.

fenals

El camino se convierte en carretera, y debéis caminar un par de minutos en zigzag por las calles hasta llegar al cruce con la entrada a los jardines de Santa Clotilde. De carácter privado, estos jardines son una parte del patrimonio natural, paisajístico y arquitectónico más importante del pueblo. Sobre un acantilado con impresionantes vistas sobre el mar, estos jardines muestran el espíritu que formó el movimiento novecentista en Cataluña. Vale la pena pararse en el camino para admirar los rincones verdes, los miradores al mar, las estatuas de mármol de estilo neoclásico y las sirenas de bronce de María Llimona.

santa clotilde

Siguiendo la misma carretera ascendente, encontráis el acceso a Sa Boadella, una pequeña cala de tradición nudista prácticamente virgen, que combina el encanto de la Costa Brava con la amplitud de las playas más amplias.

Volvéis a la carretera y seguís ascendiendo. Esta parte del camino no tiene más encanto que el de llegar a Santa Cristina, cada 24 de julio. A Santa Cristina se accede por un caminito a la izquierda antes de llegar a la plaza de la ermita. Una vez en la playa, Santa Cristina queda “partida en dos” por dos rocas justo en medio de la playa, pero en realidad no es así, ya que es en estas dos rocas donde acaba esta y empieza la Cala de Treumal, última de las playas de Lloret de Mar antes de entrar en el término municipal de Blanes. Podéis volver a la misma ermita por el caminito que asciende desde esta playa hasta la carretera que vuelve a Lloret.

santa cristina

Aquí tenéis la opción de volver por donde habéis venido, en dirección Lloret, o bien seguir la carretera que rodea la urbanización de Sant Francesc hasta llegar a Blanes.

Esta parte del recorrido, si bien debéis hacerla por carretera, os hará pasar frente a dos jardines botánicos que vale la pena visitar: el Pinya de Rosa y el Mar y Murtra, antes de pasar por la ermita de Santa Bárbara, el castillo de Sant Joan de Blanes y finalmente, la playa de Blanes, desde donde podéis volver a Lloret de Mar en autobús de línea, si estáis demasiado cansados para hacer el recorrido inverso de regreso.