Si alguna vez habeis estado en el Hotel Acapulco y habeis pedido información para ir a Barcelona, os habremos explicado desde recepción que la opción del autobús es la más cómoda por su duración, ya que Lloret no dispone de estación de tren y para ir en este medio debeis tomar un autobús hasta la estación de Blanes y allí tomar el tren hasta Barcelona.

No obstante, si no teneis excesiva prisa para llegar a Barcelona, el viaje en tren tiene un encanto que el autobús no tiene, y es que el tren recorre toda la costa, por el lado de mar, hasta Barcelona, y hace breves paradas en unos veinte pueblos, lo que os permitirá disfrutar no sólo del paisaje mediterráneo sino también de la vista de estos pueblos. Y quién sabe, quizás algún día os pareis en estos pueblos para hacer una visita. Es el TREN DE LA COSTA BRAVA.

Una vez salgais de la estación de Blanes, los primeros cuatro pueblos son, en realidad, dos grupos de dos pueblos que la propia evolución urbanística ha hecho que acaben casi unidos por una calle: se trata de Malgrat de Mar y Santa Susanna, por un lado, y Pineda y Calella, por el otro.

Malgrat y Pineda comparten largas playas, ya que urbanísticamente están dispuestos en línea horizontal paralela a la playa. Calella tiene un parque de 18.5 hectáreas de jardines y bosques para pasear o jugar con los niños. Pineda cuenta con un núcleo antiguo datado del s.XII y los restos de un acueducto romano de finales del siglo II d.C.

La siguiente parada es Sant Pol de Mar. De Sant Pol destacan las fachadas modernistas de muchos de los edificios del pueblo, la mayoría de ellas del arquitecto Ignasi Mas Morell.

En Canet de Mar podeis seguir disfrutando de la vertiente modernista visitando los talleres de cristal modernista o la casa del arquitecto modernista Lluis Domènech i Montaner.

En Arenys podeis visitar la tumba del gran poeta catalán Salvador Espriu en el, por el mismo nombrado así, cementerio de Sinera. Y Caldes d'Estrac es pueblo de aguas termales. Conocidas ya en época de los romanos, podeis visitar su balneario o alguno de los baños termales de este pequeño pueblo.

Y de Sant Andreu de Llavaneres, punto y final de esta primera parte de nuestro recorrido hasta Barcelona, os recomendamos que probeis el "pèsol garrofal" (variedad actóctona de guisante de este pueblo). En especial unos buenos guisantes ahogados al estilo Llavaneres.

Próximamente os mostraremos algunas características de otros pueblos donde el tren de la Costa para en su recorrido a Barcelona.

Esperemos que disfruteis de esta excursión. ¡Nosotros os esperamos en el Hotel Acapulco, punto de inicio de todas vuestras experiencias!